En está vida moderna las personas buscamos sentir la paz, tranquilidad. No queremos tormentos.
Nos educaron que para estar completa debemos buscar nuestra medía naranja para tener la familia tradicional.
Eso está bien.
Tantos hombres como mujeres queremos tener nuestras parejas y ser felices con ellas. Lamentable, pero son muy pocas personas que han encontrados sus más medias naranjas y conviven felices.
Siempre surgen problemas que terminan con la separación.
Las mujeres culpamos a los hombres del fracaso matrimonial. De su lados los hombres culpan a las mujeres del fracaso.
Hasta ahora como que nada funciona para que las parejas sean felices cien por ciento.
Se realizan investigaciones. Se escriben libros de pasos que hay que seguir y cada día se eleva más la tasa de divorcios.
Los religiosos para atraer seguidores ofrecen trabajar con la familia, siguiendo los principios cristianos de que ésas son las familias felices.
Tampoco las familias cristianas son felices 100*100.
La religión también es una variable que es causa de divorcios.
Hay consejeros matrimoniales, parejas van ha terapias se mantienen unidas.
Para mi lo que funciona para que las parejas se mantengan unidas es tener intereses comunes y permanecer en el mismo espacio y hacer un presupuestos de gastos cada uno haciendo sus aportes para mantener la familia. Respetando las reglas de la democracia.
Ustedes dirán que puedo yo hablar de familia si la mía hoy está desintegrada.
Puedo afirmar que mi familia no era perfecta, pero funcionaba en armonía.
La única debilidad que tenía el incumplimiento económico de parte del padre, pero yo lo suplía.
El problema se complicó más por el mal manejo que hicieron del caso los funcionarios públicos y judiciales que intervinieron en el conflicto. Por su actitud avasalladora hacia pisotear mis derechos como madre con la violación de la ley de Protección del menor de la RD.
Según mi experiencia los funcionarios públicos y judiciales tienen que ser educados para trabajar los casos de familias. Ejecutando acciones unificación familiar no destruyendo las por completo.
Nos educaron que para estar completa debemos buscar nuestra medía naranja para tener la familia tradicional.
Eso está bien.
Tantos hombres como mujeres queremos tener nuestras parejas y ser felices con ellas. Lamentable, pero son muy pocas personas que han encontrados sus más medias naranjas y conviven felices.
Siempre surgen problemas que terminan con la separación.
Las mujeres culpamos a los hombres del fracaso matrimonial. De su lados los hombres culpan a las mujeres del fracaso.
Hasta ahora como que nada funciona para que las parejas sean felices cien por ciento.
Se realizan investigaciones. Se escriben libros de pasos que hay que seguir y cada día se eleva más la tasa de divorcios.
Los religiosos para atraer seguidores ofrecen trabajar con la familia, siguiendo los principios cristianos de que ésas son las familias felices.
Tampoco las familias cristianas son felices 100*100.
La religión también es una variable que es causa de divorcios.
Hay consejeros matrimoniales, parejas van ha terapias se mantienen unidas.
Para mi lo que funciona para que las parejas se mantengan unidas es tener intereses comunes y permanecer en el mismo espacio y hacer un presupuestos de gastos cada uno haciendo sus aportes para mantener la familia. Respetando las reglas de la democracia.
Ustedes dirán que puedo yo hablar de familia si la mía hoy está desintegrada.
Puedo afirmar que mi familia no era perfecta, pero funcionaba en armonía.
La única debilidad que tenía el incumplimiento económico de parte del padre, pero yo lo suplía.
El problema se complicó más por el mal manejo que hicieron del caso los funcionarios públicos y judiciales que intervinieron en el conflicto. Por su actitud avasalladora hacia pisotear mis derechos como madre con la violación de la ley de Protección del menor de la RD.
Según mi experiencia los funcionarios públicos y judiciales tienen que ser educados para trabajar los casos de familias. Ejecutando acciones unificación familiar no destruyendo las por completo.
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