Los dirigentes de organizaciones política, gremiales, religiosas y de otras clases, necesitan que las personas crean en ellos. Si traicionan la confianza las personas se alejan de las organizaciones, y está pierden sus fortalezas.
Donde la personas no confían no van.
Antes de que se declaraban tantos casos de sacerdotes violadores las personas iban en masas a las misas, pero un domingo están asistiendo pocas personas a esas ceremonias. Las personas siguen creyendo en Dios. Ya no sienten motivación para escuchar a los que dirigen las misas.
Asimismo ya no se cree en quienes dirigen los partidos políticos y las organizaciones gremiales.
O le sucede como a mi que ya no creo en el padre de mis hijos, ni en los funcionarios públicos y judiciales que trabajan con menores de edad.
Dónde uno no confía simplemente no va.
Donde la personas no confían no van.
Antes de que se declaraban tantos casos de sacerdotes violadores las personas iban en masas a las misas, pero un domingo están asistiendo pocas personas a esas ceremonias. Las personas siguen creyendo en Dios. Ya no sienten motivación para escuchar a los que dirigen las misas.
Asimismo ya no se cree en quienes dirigen los partidos políticos y las organizaciones gremiales.
O le sucede como a mi que ya no creo en el padre de mis hijos, ni en los funcionarios públicos y judiciales que trabajan con menores de edad.
Dónde uno no confía simplemente no va.
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