Hasta que los dominicanos no pasemos de la teoría a la práctica los problemas del país continuarán de mal en peor.
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La verdad, es que me da penas, cuando leo en los periódicos titulares de noticias que dicen: ” El país está arropado por el narco”, “Hijo con trastorno mental mata a su madre”, “Ladrones hacen su agosto” y otros.
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Los buenos dominicanos tenemos sed de justicia, y no sentimos impotentes al ver como los delincuentes de todos los tipos son liberados por los jueces, por la falta de presentación de pruebas en contra de los violadores que convenzan a los jueces para sancionar de manera ejemplar a los delincuentes.
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“No hay peor ciego que aquel que no quiere ver”, eso es lo que sucede con los jueces que ponen en libertad a reconocidos narcotraficantes y sicarios.
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“El mal ajeno no quita sueño”.
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“Hasta que ha una persona no le roban sus pertenencias no aprende ha tenerle odio a los ladrones”
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“Quien nunca ha tenido hijos no sabe si los hijos duelen”.
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“Cada persona vive en su propio mundo”.
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Esos refranes son reflexiones individuales, asumidos por la colectividad.
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Lo peor que sucede a los dominicanos es que en ocasiones asignan en puestos ha personas que sólo están interesadas en que cada mes le paguen su sueldo, pero no desempeñan sus funciones con responsabilidad.
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En ocasiones por temor y a veces por complicidad con los delincuentes.
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Para derrotar el narcotráfico y otros males reiteró que todos los buenos dominicanos tenemos que unirnos para que podamos enfrentar imponer el bien sobre el mal.
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Los buenos somos más, pero tenemos que pasar de las teorías a los hechos.
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