Ha llegado el momento para que se aplique todo el peso de la Ley a los que lanzaron la bomba molotov, a un autobús por la autopistas las Américas, de la provincia Santo Domingo, donde resultaron con quemaduras siete personas.
Las autoridades no deben permitir que las víctimas de las protestas continúen sufriendo sin que encuentren y le apliquen castigo a los malvados que aprovechan la ocasión para hacerles daños a los demás.
Los que lanzan bombas molotov durante las protestas son peores que cualquier atracador y ladrón que entra a una casa ha ocasionarles daños a los niños y ancianos.
Hay que ser muy malo para lanzar bombas a las personas que salen a trabajar a ganarse la manutención de su familia.
Los choferes cuando organizan protestas deben tener equipos de seguridad para evitar que personas ajenas a la huelga ocasionen daños a personas inocentes.
Se debe crear una ley para obligar a los organizadores de protestas a que sean los responsables de los daños materiales que sufran personas y propiedades durante las protestas.
Así si es bueno, llamar a paro por capricho, porque los choferes quieren que el gobierno les de un subsidio, no tiene ninguna justificación para paralizar el transporte.
Ellos alegan que pagan al Gobierno 14 mil millones de pesos en impuestos, pero porque no dicen que cantidad de dinero les pagan a ellos los pasajeros.
Los choferes públicos tampoco dicen cuanto son sus gastos operacionales por guagua, ni que ganancias obtienen. Si estuvieran perdiendo hace tiempo que hubiesen cambiado de empresa. Nadie que tiene una empresa que le deja perdidas la mantiene abierta.
El Gobierno debe decirle no al chantaje de los choferes.
Antes de que el Gobierno le asigne un subsidio a los choferes, ellos deben aclarar muy bien las cuentas.
El dinero que el Gobierno usaría para subsidiar a los choferes debería usarlo para comprar más guaguas para usarla en la OMSA ó utilizarlo para construir el metro del Municipio Santo Domingo Oeste.
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