Los altos ejecutivos de las instituciones públicas y privadas que descuentan el Impuesto Sobre la Renta a los salarios de sus empleados y no lo envían el dinero a las Arcas del Estado Dominicano, no tienen moral para exigir combate a la corrupción, porque son capaces de quedarse con el dinero ajeno, que previamente no fue presupuestado para incluirlo en el presupuesto general de la entidad.
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Luego de la denuncia que hicieron la Cámara de Cuentas y la Dirección General de Impuestos Internos de que diversas auditorias arrojaron diferencias de impuestos retenidos y no entregados por los responsables de instituciones públicas.
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El Estado Dominicano está en el deber de corregir esa anomalía, porque es una burla a los trabajadores cuando les descuentan los impuestos y otros hacen con el dinero lo que le da voluntad.
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Así como instituciones públicas como agentes de retensión se quedan con el dinero de los empleados, muchos comercios de manera fraudulentas se quedan con el dineros que pagan los consumidores de bienes y servicios.
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Como a las Arcas del Estado no llega la cantidad de dinero que aportamos los contribuyentes, por eso es que los servicios públicos son tan deficientes.
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Una parte de la cantidad del dinero que impuestos pagamos los trabajadores y consumidores en sentido general se va para un barril sin fondos.
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Por eso ante de que los dominicanos aceptemos el incrementos de los impuestos debemos exigir cuentas limpias ha quienes dirigen el Estado, sin importar el color del partido político.
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Aunque el pueblo dominicano ya sabe distinguir con cual de los partidos políticos mayoritarios se ve más el dinero cuando Gobierna.
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