Por su importancia NotiPer pública este trabajo.l
8 Noviembre 2010, 12:09 AM
Reportaje
La explotación minera, la fundición de metales pesados, la quema de desechos al aire libre y ciertas actividades industriales que se desarrollan en el país son un riesgo para la población, que podría padecer contaminación por cadmio, arsénico y mercurio, minerales de alta toxicidad que se dispersan en los ecosistemas a través de los suelos, aguas superficiales y subterráneas y, por ende, en la cadena alimentaria.
Entre los daños comprobados a la salud por estos minerales están el cáncer de riñón, en mamas y en el hígado. También aumento de la presión sanguínea, malformaciones congénitas, alteración de la vista, pérdida de memoria, descalcificación de los huesos y afecciones a los sistemas nervioso e inmunológico.
Hasta el pasado mes de septiembre, la Dirección de Minería tenía registrados 500 proyectos mineros. De estos, 123 son concesiones en explotación (cuatro de ellas de minerales metálicos) y 110 son autorizaciones de exploración. Mientras que hay 168 solicitudes de concesión de exploración, 70 de estas para minerales metálicos.
En tanto que 49 de las solicitudes son para explotación de metales no metálicos. El resto de los proyectos (60) tienen que ver con pedidos para reconocimiento. La actividad minera contamina los suelos, a través de las aguas de relave (desechos).
De este modo, llegan hasta ellos los elementos químicos como mercurio, cadmio, cobre, arsénico y plomo. Mercurio. En el país la presencia de mercurio no está muy documentada, pero sí se conoce que este metal se importa para usos industriales.
En el año 2007 las autoridades de salud de Nueva York advirtieron a sus ciudadanos del peligro de utilizar cremas, jabones y otros cosméticos procedentes de la República Dominicana, luego de que una mujer se envenenó tras usar una crema “para aclarar la piel” que comprara en este país y que contenía altos niveles de mercurio. Arsénico. Aún no hay evidencia de contaminación por arsénico en los recursos hídricos del país, ya sea de manera natural o por origen antrópico.
Sin embargo, es conocida la presencia de este metal en varios puntos. Según refiere Víctor García, geólogo que ha laborado en Minería, en el Instituto de Recursos Hidráulicos, en la dirección del área de Suelos y Aguas del Ministerio de Medio Ambiente y en el Instituto de Geoquímica de Argentina bajo la dirección de Hugo B. Nicolli, se identificó esta sustancia en las cuencas del río Maguaca y en el arroyo Margajita. Ambos cuerpos de agua están ubicados en la provincia Sánchez Ramírez, donde varias empresas mineras explotan oro, níquel, plata, cobre y zinc.
García citó también que en la zona este-noreste de Bayaguana, provincia de Monte Plata, en la parte montañosa entre los parajes de Yuvina y Pulgarín, los resultados de un proyecto de exploración minera que realizó la Dirección de Minería indicaban valores muy altos de arsénico en los suelos alterados.
Señaló, además, que en el antiguo proyecto El Higo en, Bonao, provincia Monseñor Nouel, se encontró en algunos lugares valores de arsénico que exceden significativamente los fijados por las normas para este metal cuando tiene la potencialidad de convertirse en riesgo para la salud humana, “lo que puede indicar que en esa cuenca se está en presencia de un lecho rocoso rico en arsénico”. Cadmio. Sobre este metal sí existen evidencias de contaminación local.
Una tesis de grado del Instituto de Química de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) realizada en 2004 evidenció la presencia del mismo junto al arsénico y plomo en cigarrillos nacionales y extranjeros en concentraciones por encima de las establecidas por la Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Otra tesis de Química de la UASD, del año 2005, determinó la concentración de cadmio en el arroz, hojas y cascarilla en plantaciones de Juma en Bonao, por encima de los límites permitidos, lo que constituye una fuente de contaminación importante, tomando en cuenta que ese cereal es de alto consumo entre los dominicanos.
Las manifestaciones de intoxicación con cadmio se conocen como "enfermedad de Itay-Itay", que en japonés significa "ay-ay", por los gritos de dolor que emitían los afectados en la zona de Jitzu (Japón), donde se manifestó por primera vez una intoxicación masiva por cadmio en 1947. Una mina vertía sus relaves al río Jitzu y los residuos de cadmio fueron absorbidos por el arroz regado con esas aguas.
Los síntomas fueron el debilitamiento y reducción de los huesos, enfisema y anemia, con dolores muy agudos. ¿Para qué se usan? El mercurio es un metal líquido que existe en varias formas en la naturaleza. Tiene un color blanco plateado brillante. Si se calienta se transforma en un gas incoloro e inodoro. Se usa en termómetros, medidores de presión, en amalgamas dentales, en algunos medicamentos, en algunas baterías, lámparas, en la fabricación de colorantes (color bermellón) y en la extracción de oro.
El cadmio es un metal pesado, de color plateado, asociado a diversos minerales. Es utilizado en la industria para proteger al hierro y el acero de la corrosión, así como componente de pinturas y para colorear cerámicas y plásticos. Los plásticos y cerámicas de color intenso rojo y amarillo contienen cadmio. En la agricultura forma parte de fertilizantes fosforados y de pesticidas.
El arsénico inorgánico, que es el más tóxico, en una proporción importante procede de fuentes naturales, mayormente de rocas volcánicas y en los suelos resultantes de la alteración de esas rocas. Regularmente el arsénico está asociado al cobre, plomo y zinc. Se usa como conservante de la madera para hacerla resistente a la putrefacción y descomposición; como plaguicida, principalmente en los campos de algodón y en los huertos. Su mayor uso es en fusiones o aleaciones de baterías de plomo-ácido para automóviles. Contra la contaminación, la prevención es la clave
El profesor José A. Casanova Castillo, quien imparte la asignatura “Manejo de Desechos Tóxicos y Peligrosos" de la maestría en Química Ambiental de la UASD, sugiere para el caso del mercurio varias medidas: - Que se disminuya o elimine el uso de amalgamas dentales. - Si un termómetro o un equipo que usa mercurio se rompe se debe recoger y guardar en un envase cerrado hasta su final deposición. - No jugar con el metal. - No utilizar el mercurio con fines de santería o para tener suerte en la lotería. - No romper las lámparas fluorescentes de mercurio quemadas. - Evite el uso de medicamentos, cremas y fungicidas que lo tengan.
Para prevenir con el caddmio, Castillo propone: - No fumar, ya que el humo del tabaco duplica la entrada de cadmio al torrente sanguíneo a través de los pulmones. - Deponer correctamente las baterías de níquel-cadmio usadas e impedir que los niños se las lleven a la boca. - No usar conservas ni tuberías soldadas con cadmio y evitar calentar envases plásticos coloreados con cadmio. - Evitar inhalar los humos de combustión de combustibles fósiles.
En el caso del arsénico, García sugiere que se deben adoptar medidas de mitigación para evitar la dispersión de ese elemento. Entre estas señala: - Realizarse muestreos de agua y sedimentos por cuencas, para identificar las fuentes de arsénico. - Estudios geológicos y geofísicos, hidrología de superficie y subterránea. - Ensayos hidráulicos para determinar la probabilidad de uso de acuíferos contaminados como fuente de agua potable y optimizar el aprovechamiento del agua de riego. “Los proyectos de exploración minera pueden hacer un gran aporte sistematizando y haciendo de manejo público toda la información sobre el arsénico levantada durante el desarrollo de éstos”, expresa el ingeniero García.
Antecedentes
Los inicios 1492 A la llegada de los españoles en 1492 los indígenas extraían oro en Cotuí y Villa Altagracia. Los españoles explotaron artesanalmente Pueblo Viejo hasta 1521. Independencia En el 1844 Con la independencia se abrió las puertas a las concesiones. Bauxita 1959 Su explotación inicia de manos de la ALCOA en Pedernales. Hierro 1952 Comienza en Hatillo, San Cristóbal, en la década de los 50’s. Ferroníquel 1972 La Falconbridge abre sus puertas en Bonao, donde se inicia la explotación de ferroníquel. Oro y plata 1975 Inicia la explotación del yacimiento de oro y plata de Cotuí. Compartir:
Reportaje
La explotación industrial sin control aumenta presencia metales pesados Investigaciones de la UASD han reportado algunos de estos elementos en cigarrillos y arroz.
Escrito por: ODALIS MEJIA ( o.mejia@hoy.com.do)La explotación minera, la fundición de metales pesados, la quema de desechos al aire libre y ciertas actividades industriales que se desarrollan en el país son un riesgo para la población, que podría padecer contaminación por cadmio, arsénico y mercurio, minerales de alta toxicidad que se dispersan en los ecosistemas a través de los suelos, aguas superficiales y subterráneas y, por ende, en la cadena alimentaria.
Entre los daños comprobados a la salud por estos minerales están el cáncer de riñón, en mamas y en el hígado. También aumento de la presión sanguínea, malformaciones congénitas, alteración de la vista, pérdida de memoria, descalcificación de los huesos y afecciones a los sistemas nervioso e inmunológico.
Hasta el pasado mes de septiembre, la Dirección de Minería tenía registrados 500 proyectos mineros. De estos, 123 son concesiones en explotación (cuatro de ellas de minerales metálicos) y 110 son autorizaciones de exploración. Mientras que hay 168 solicitudes de concesión de exploración, 70 de estas para minerales metálicos.
En tanto que 49 de las solicitudes son para explotación de metales no metálicos. El resto de los proyectos (60) tienen que ver con pedidos para reconocimiento. La actividad minera contamina los suelos, a través de las aguas de relave (desechos).
De este modo, llegan hasta ellos los elementos químicos como mercurio, cadmio, cobre, arsénico y plomo. Mercurio. En el país la presencia de mercurio no está muy documentada, pero sí se conoce que este metal se importa para usos industriales.
En el año 2007 las autoridades de salud de Nueva York advirtieron a sus ciudadanos del peligro de utilizar cremas, jabones y otros cosméticos procedentes de la República Dominicana, luego de que una mujer se envenenó tras usar una crema “para aclarar la piel” que comprara en este país y que contenía altos niveles de mercurio. Arsénico. Aún no hay evidencia de contaminación por arsénico en los recursos hídricos del país, ya sea de manera natural o por origen antrópico.
Sin embargo, es conocida la presencia de este metal en varios puntos. Según refiere Víctor García, geólogo que ha laborado en Minería, en el Instituto de Recursos Hidráulicos, en la dirección del área de Suelos y Aguas del Ministerio de Medio Ambiente y en el Instituto de Geoquímica de Argentina bajo la dirección de Hugo B. Nicolli, se identificó esta sustancia en las cuencas del río Maguaca y en el arroyo Margajita. Ambos cuerpos de agua están ubicados en la provincia Sánchez Ramírez, donde varias empresas mineras explotan oro, níquel, plata, cobre y zinc.
García citó también que en la zona este-noreste de Bayaguana, provincia de Monte Plata, en la parte montañosa entre los parajes de Yuvina y Pulgarín, los resultados de un proyecto de exploración minera que realizó la Dirección de Minería indicaban valores muy altos de arsénico en los suelos alterados.
Señaló, además, que en el antiguo proyecto El Higo en, Bonao, provincia Monseñor Nouel, se encontró en algunos lugares valores de arsénico que exceden significativamente los fijados por las normas para este metal cuando tiene la potencialidad de convertirse en riesgo para la salud humana, “lo que puede indicar que en esa cuenca se está en presencia de un lecho rocoso rico en arsénico”. Cadmio. Sobre este metal sí existen evidencias de contaminación local.
Una tesis de grado del Instituto de Química de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) realizada en 2004 evidenció la presencia del mismo junto al arsénico y plomo en cigarrillos nacionales y extranjeros en concentraciones por encima de las establecidas por la Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Otra tesis de Química de la UASD, del año 2005, determinó la concentración de cadmio en el arroz, hojas y cascarilla en plantaciones de Juma en Bonao, por encima de los límites permitidos, lo que constituye una fuente de contaminación importante, tomando en cuenta que ese cereal es de alto consumo entre los dominicanos.
Las manifestaciones de intoxicación con cadmio se conocen como "enfermedad de Itay-Itay", que en japonés significa "ay-ay", por los gritos de dolor que emitían los afectados en la zona de Jitzu (Japón), donde se manifestó por primera vez una intoxicación masiva por cadmio en 1947. Una mina vertía sus relaves al río Jitzu y los residuos de cadmio fueron absorbidos por el arroz regado con esas aguas.
Los síntomas fueron el debilitamiento y reducción de los huesos, enfisema y anemia, con dolores muy agudos. ¿Para qué se usan? El mercurio es un metal líquido que existe en varias formas en la naturaleza. Tiene un color blanco plateado brillante. Si se calienta se transforma en un gas incoloro e inodoro. Se usa en termómetros, medidores de presión, en amalgamas dentales, en algunos medicamentos, en algunas baterías, lámparas, en la fabricación de colorantes (color bermellón) y en la extracción de oro.
El cadmio es un metal pesado, de color plateado, asociado a diversos minerales. Es utilizado en la industria para proteger al hierro y el acero de la corrosión, así como componente de pinturas y para colorear cerámicas y plásticos. Los plásticos y cerámicas de color intenso rojo y amarillo contienen cadmio. En la agricultura forma parte de fertilizantes fosforados y de pesticidas.
El arsénico inorgánico, que es el más tóxico, en una proporción importante procede de fuentes naturales, mayormente de rocas volcánicas y en los suelos resultantes de la alteración de esas rocas. Regularmente el arsénico está asociado al cobre, plomo y zinc. Se usa como conservante de la madera para hacerla resistente a la putrefacción y descomposición; como plaguicida, principalmente en los campos de algodón y en los huertos. Su mayor uso es en fusiones o aleaciones de baterías de plomo-ácido para automóviles. Contra la contaminación, la prevención es la clave
El profesor José A. Casanova Castillo, quien imparte la asignatura “Manejo de Desechos Tóxicos y Peligrosos" de la maestría en Química Ambiental de la UASD, sugiere para el caso del mercurio varias medidas: - Que se disminuya o elimine el uso de amalgamas dentales. - Si un termómetro o un equipo que usa mercurio se rompe se debe recoger y guardar en un envase cerrado hasta su final deposición. - No jugar con el metal. - No utilizar el mercurio con fines de santería o para tener suerte en la lotería. - No romper las lámparas fluorescentes de mercurio quemadas. - Evite el uso de medicamentos, cremas y fungicidas que lo tengan.
Para prevenir con el caddmio, Castillo propone: - No fumar, ya que el humo del tabaco duplica la entrada de cadmio al torrente sanguíneo a través de los pulmones. - Deponer correctamente las baterías de níquel-cadmio usadas e impedir que los niños se las lleven a la boca. - No usar conservas ni tuberías soldadas con cadmio y evitar calentar envases plásticos coloreados con cadmio. - Evitar inhalar los humos de combustión de combustibles fósiles.
En el caso del arsénico, García sugiere que se deben adoptar medidas de mitigación para evitar la dispersión de ese elemento. Entre estas señala: - Realizarse muestreos de agua y sedimentos por cuencas, para identificar las fuentes de arsénico. - Estudios geológicos y geofísicos, hidrología de superficie y subterránea. - Ensayos hidráulicos para determinar la probabilidad de uso de acuíferos contaminados como fuente de agua potable y optimizar el aprovechamiento del agua de riego. “Los proyectos de exploración minera pueden hacer un gran aporte sistematizando y haciendo de manejo público toda la información sobre el arsénico levantada durante el desarrollo de éstos”, expresa el ingeniero García.
Antecedentes
Los inicios 1492 A la llegada de los españoles en 1492 los indígenas extraían oro en Cotuí y Villa Altagracia. Los españoles explotaron artesanalmente Pueblo Viejo hasta 1521. Independencia En el 1844 Con la independencia se abrió las puertas a las concesiones. Bauxita 1959 Su explotación inicia de manos de la ALCOA en Pedernales. Hierro 1952 Comienza en Hatillo, San Cristóbal, en la década de los 50’s. Ferroníquel 1972 La Falconbridge abre sus puertas en Bonao, donde se inicia la explotación de ferroníquel. Oro y plata 1975 Inicia la explotación del yacimiento de oro y plata de Cotuí. Compartir:
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