¿ESTUDIANTES O CLIENTES? ¿EDUCACION O NEGOCIO?

Por su critica objetiva publicamos esto que escribo Leonardo Peguero , en grupo de Eulogio, el cual  se ha convertido en el medio de comunicación alternativo en la Universidad estatal de la República Dominicana.

¿ESTUDIANTES O CLIENTES? ¿EDUCACION O NEGOCIO?

La proliferación de universidades privadas en el mundo tuvo, en principios, un origen motivado por la

necesidad de crear centros de estudios superiores de élites; de aqregar las clases sociales lo que conllevaba también a separar a grupos étnicos. Es decir que una de las motivaciones originales era que ricos y personas provenientes de los sectores medios y bajos no se sentaran juntos en las universidades públicas que, por su propia naturaleza, no pueden establecer este tipo de discrimen (aunque en la práctica de muchos países no suceda así). En fin, ricos y pobres o blancos (muy blancos) y negros (incluídos los mestizos y morenos) no

podían estar juntos en una misma aula ni en una misma universidad.

Eso hasta que el Capital (el capitalismo) se dió cuenta que eso no era negocio y que, al fin y al cabo, la mayoría de los ricos (que prorcionalmente son muy pocos) y la mayoría de los pobres (proporcionalmente son muchos y pueden aportar mayor riqueza a los ricos), estadísticamente hablando, razonan poco por sí solo y aprenden más rápidamente sobre qué consumir y qué comprar que es lo que le interesa en definitiva al neoliberalismo actual.

Hoy día interesa poco si un joven estudiante es rico o pobre o si es negro o blanco: lo importante es cuánto puedan pagar sus padres y familiares o cuánto puedan endeudarse y si son poseedores de algún patrimonio embargable. Los empresarios han decidido "invertir" en la "educación" no porque es una "inversión" y no un "gasto" como se analiza hipócritamente si no por que es una inversión (valga la repetición) que produce grandes beneficios a los prestamistas o los que otorgan créditos educativos.

En definitiva, la educación (y sobre todo la mal llamada ahora superior) es un negocio redondo: los principales trabajadores u obreros del volante educativo trabajan por míseros salarios, no protestan, no

se organizan (y se organizan tampoco luchan) y, la gran mayoría (para r las excepciones prácticamente inexistentes), juntos con los clientes o estudiantes como se les llama, se embrutecen repitiendo y repitiendo cosas en desuso y sin presentar algo que signifique innovación, trascender del día a día convertido en una pobre rutina.

Es penoso enterarse de que colegas nuestros de profesores han pasado a recaudadores de recursos que reglamentaria y estaturiamente están reservada para lo que en nuestra universidad se llama Caja haciéndose

cómplice no solo de una injusticia si no también de violación de derechos y solo por salvar su interés personal.

Una cosa es el Reglamento del Curso de Verano y otra cosa es violar la Ley. Sería interesante que con al anuencia del Sr. Rector se colocara en línea dicho reglamento y, además, que se pusiera en línea la tabla elaborada para establecer las proyecciones del curso de verano en formato de excel sin encriptar o clave de acceso en vez de pdf.

Parece ser que pocos colegas o ninguno se ha percatado de las grandes diferencias no que tendrían que pagar los estudiantes si no los grandes privilegios otorgados a reducidos grupos de profesores que imparten

docencia con asignaturas que no creo representen alguna dificultad mayor que la mayoría de las otras. Yo puedo entender que haya tres, cuatro, cinco o seis categorías de profesores pero que hayan más de 30, es algo que mueve no solo a sospecha si no a una total indignación.

Para darse cuenta de esto solo hay que dividir el monto a pagar a cada profesor por los créditos de una asignatura y veremos las diferencias astronómicas en el pago para la generalidad de los docentes. No les puedo presentar el cálculo por una razón muy sencialla: al tratar de convertir en línea a excel el documento de proyección publicado en la página principal de la UASD, se me han dañado 2 computadoras parece que por los virus o hacker y he tenido que dejar el análisis a media. Pero el verano es pasajero y, querramos o no, muchas cosas tendrán que cambiar al respecto: una cosa piensa el burro y otro en que lo apareja.

El Gobierno central que es quien aporta la mayor parte de los fondos lo han quebrados un grupo de políticos irresponsables encabezado por el Sr. Presidente, Lic. Leonel Fernández Reyna, y, muy probablemente,

muchos de los nuestros, simpatizantes y beneficiarios del mismo gobierno, no irán hasta el fondo del asunto por una cuestión lógica.

Lo ideal es marchar al Palacio, al Congreso para enfrentar esta política neoliberal que nos hunde a todos y solo beneficia a un grupito, exigir el dinero de la UASD que es el dinero del pueblo. Tenemos que exigirle a nuestras autoridades universitarias que deben sanear la institución y administrar correctamente sus bienes y tratar con equidad y justicia a todo el mundo.

Pero hay algo que para mi resulta inaceptable e ilegal: ¿Por qué tienen los estudiantes de la UASD que pagar, si tuviesen que hacerlo, distinto precio o valor por crédito? ¿En qué Universidad privada del mundo y de aquí dos estudiantes tienen que pagar un crédito más caro que otro independientemente de que corresponden a una misma asignatura y a un número igual de alumnos por sección?

Una cosa es que hayan 50 categorías de profesores en cuanto al pago y otra cosa es que los estudiantes tengan que hacer pagos distintos según la categoría que les haya tocado? Esto es una aberración que debe ser corregida y de inmediato.

Leonardo Peguero