Lo peligroso de las pizzas no son las calorías ni las grasas: son las cajas
La pizza no es precisamente el alimento más sano. Las toneladas de queso, los embutidos que lleva por encima, el tomate frito, la enorme cantidad de harina que hay que usar para hacer la masa… Todos estos ingredientes conforman una deliciosa bomba calórica que hay que disfrutar cada mucho tiempo si no queremos coger kilos de más o que nuestra salud se resienta.
Pero parece que lo más peligroso de esta comida no está en su composición, sino en el envoltorio. Como recoge este artículo publicado en la sección Magnet de la web Xataka,varios estudios científicos alertan de determinados químicos que se utilizan para fabricar las cajas de pizza y que son perjudiciales para la salud.
¿Recuerdas que hace unos años las pizzas llegaban a las casa en cajas caladas en aceite y grasa, y a que ahora en 2016 eso no pasa? El motivo no se debe a que las grandes cadenas o los pizzeros de barrio utilicen menos queso en sus recetas, sino a que los envoltorios vienen impregnados en diferentes tipos de perfluorocarbonos (PFCs) que actúan repeliendo la grasa de la superficie y evitan que se calen. Pues bien, algunos de esos químicos han sido prohibidos en Estados Unidos porque pueden ser dañinos.
Según el artículo de Xataka, otros componentes de las cajas,como algunas variedades de sales de dietalonamina, algunos derivados del ácido pentanoico y otros perfluoroalquilos, resultan también perjudiales por ser tóxicos y han sido prohibidos.
El problema está en que esta censura solo existe en Estados Unidos, y los fabricantes de China o la India siguen usándolos sin miramientos. Y como suele pasar, las cajas provenientes de estos países son más baratas, y por tanto más atractivas para los restaurantes.
Pero no solo se utilizan estos químicos en las pizzas.También en los envases de palomitas que se hacen en el microondas, en las cajas en las que viene la comida a domicilio, en platos de papel o en cubiertos de plástico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario