Recuerdo, que cuando yo era niña y estudiabas en la escuela primaria me enseñaron que los maestros eran nuestros segundo padres, debido a que en ellos se podías confiar.
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También me enseñaron que podía confiar en los sacerdotes y monjas de la Iglesia Católica, a quienes les podía solicitar un consejo cuando tuviera algún problema.
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Además me enseñaron que los niños teníamos que respetar y obedecer a los abuelos, a los tíos, a los vecinos y a las personas mayores, quienes nos podían corregir cuando estuviéramos haciendo alguna acción indebida.
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Todo ha cambiado, ahora las madres y padres tenemos que enseñarles a nuestros niños, niñas y adolescentes que se cuiden de los profesores, sacerdotes, abuelos, tíos y personas mayores, para que no abusen de ellos y los involucren en actividades delincuencias, tales como robos, violaciones sexuales, tráfico y consumo de drogas y otros males.
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Estamos viviendo una época en la que no se puede confiar en nadie, porqué cada persona tiene que cuidarse de quienes tiene cerca y lejos, debido a que hasta por Internet nos estafan.
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