El maldito amor es una ilusión que ni en los adultos funciona. Dicen que están enamorados, hacen fiestas de matrimonios y siempre terminan en divorcios, después que no se soportan más los problemas, como son las infidelidades, las tacañerías, las agresiones sicológicas y las violencias físicas.
Dos que un día juraron amarse toda la vida se convierten en los peores enemigos. Si van a la justicia les ponen órdenes de alejamientos de 500 metros a la redonda, aunque tengan hijos.
No toman en cuenta que los hijos están en el medio de esos dos que creyeron que sus descendientes eran los frutos del amor que hicieron durante encuentros sexuales.
Maldita justicia, en vez de ayudar a las familias con los problemas los que haces que los empeoras con sus procedimientos que despiertan más odios entre las parejas con problemas.
Caer en las garras de abogados, fiscales y jueces dominicanos es meterse en el mismo infierno, son avaros. Inventan lo que sea hasta sacar a sus clientes el último centavo.
Cuando las parejas tienen problemas lo que tienen que hacer es alejarse lo más que puedan sin necesidad de ir a eso que le llaman justicia dominicana.
Ambos tienen que tomar sus precauciones. Es no teniendo cuentas comunes para que ninguno engañe al otro. Cada uno administra su dinero de manera independiente. Para cubrir los gastos del hogar los dos aportan para cubrirlos.
Cada uno lava sus ropas, hacen calendarios de limpieza, cocinar, fregar. Pasean juntos y cada uno saca su espacio para estar en soledad.
Que quede claro la pareja es para compartir, desde que uno quiere vivir del otro se manda a la mierda, porque mantener gente grande cuesta muchos dineros.
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