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2012/04/05

Reyna informa sobre nuevo hospital oncológico

Notiper publica esta información tal como nos llego


A propósito del Hospital Oncológico

Por Roberto Reyna, ex rector de la UASD 2005-2008


Me correspondió el honor de gestionar ante el Gobierno Central la
construcción de un hospital universitario, tal y como estaba establecido en  los programas de gobierno para la rectoría de la UASD, que postulé en el  2002 y el 2005.

Cumpliendo con ese compromiso y aspiración, a los 22 días de llegar a la  rectoría de la UASD propuse en la Sesión 2005-005 del Consejo
Universitario, de fecha 21 de marzo del 2005 un proyecto de Resolución para  que se me diera el aval, para solicitar al Gobierno Central la ejecución de  un conjunto de nuevas obras, la reparación de aulas y laboratorios.


En  forma específica, en su literal c) la Resolución aprobada, No. 2005-049, estableció lo siguiente: ¨Solicitar al Gobierno Central la reparación y  equipamiento de las aulas y laboratorios dándole prioridad al edificio de  la Facultad de Ingeniería y Arquitectura, así como la construcción de los  edificios siguientes: Torre de Oficinas Administrativas, Comedor  Universitario, Centro de Parqueo, Plaza Comercial y Hospital Universitario¨.

Ya iniciado el plan de obras concertadas con el Gobierno Central, se nos  hizo la propuesta de que asumiéramos la decisión del Estado Dominicano de  construir un hospital oncológico, facilitando los terrenos de la  Universidad de la Sede Central y se nos expuso la posibilidad de que  compartiéramos la gestión de dicho centro hospitalario con el Ministerio de  Salud Pública, los directivos del Instituto del Cáncer Heriberto Pieter y  la Liga Dominicana Contra el Cáncer.

Como siempre nos lo solicitara el Señor Presidente de la República y por  las funciones propias de mi cargo, procedimos a someter la propuesta al  Consejo Universitario, órgano máximo de gobierno de la UASD, la cual fue  formalmente solicitada por la Oficina Supervisora de Obras del Estado, con  la comunicación No. 0225 d/f 30-3-06 y formalmente aprobada por el Consejo  Universitario en su sesión No *2006-015, *celebrada el viernes 16 de junio  del 2006 
Mediante Resolución 2006-055, la Universidad decidió: ¨a) Aprobar que el  Gobierno Central construya la Ciudad Oncológica en los terrenos de la UASD  que se encuentran ubicados en la parte suroeste del Aula Magna, b) Esta  Ciudad Oncológica servirá como Hospital Docente a la UASD, c) La UASD asume  el compromiso del Gobierno Central, de construir el parqueo y la plaza  comercial en los terrenos donde están en la actualidad el Instituto  Oncológico Dr. Heriberto Pieter, la sede de la Facultad de Ciencias de la
Salud y su entorno, cuando las oficinas que se encuentran alojadas en estas  áreas sean trasladas a la nueva torre administrativa que se está  construyendo¨.


Como se habrá observado, desde sus inicios fueron agotados los
procedimientos legales para llevar a efecto la obra y se concertaron las  condiciones que permitieran la integración del anterior Hospital Oncológico  Heriberto Pieter.


Desde el año 2007 hasta el presente, han sido integrados en la Ley de  Presupuesto General del Estado los fondos correspondientes a la
construcción, supervisión de la construcción, equipamiento y supervisión de  la instalación de equipos del Nuevo hospital en los terrenos de la UASD,  consignados dichos fondos en la Oficina Supervisora de Obras del Estado y  teniendo como base los recursos de fuentes internas del presupuesto  nacional y posteriormente, de fuentes externas, con el crédito  internacional del BNP-Paribas/Fortis por un monto de RD$ 1,663,800,585.69.

Hemos escuchado y leído en la prensa nacional al Ministro de Salud Bautista  Rojas, desde hace varios meses, estableciendo con claridad el carácter  estatal del nuevo hospital y la participación de la UASD en su cogestión,  como inicialmente fue acordado (Ver la prensa nacional del 14 de febrero  del 2012).


En cada memoria del Presidente de la República, ante la Asamblea
Nacional le hemos escuchado hablar con orgullo de esta y otras obras  vinculadas a la UASD, considerándola en este caso como Hospital  Universitario.

Por ello, cuando leímos en la prensa nacional las disposiciones del
Honorable señor Presidente de la República, respecto a la administración  del nuevo hospital, a punto de inaugurarse en junio próximo, me han  sorprendido las reacciones adversas de los miembros del Oncológico  Heriberto Pieter, su insistencia en no compartir la gestión del nuevo hospital y preferir mantenerse en sus viejas instalaciones, a pesar de que  para su funcionamiento el Estado Dominicano le contribuye con una  asignación presupuestaria especial y el Ministerio de Salud Pública, paga  una parte de su personal.

Mas sorprendente me ha parecido la reacción de las autoridades
universitarias actuales, quienes se negaron a asistir a una reunión con el  Ministro de Salud para aclarar los términos del Decreto Presidencial y  quien mostrando una actitud conciliatoria ofrecía resolver de inmediato la  denominación de Hospital Universitario y asumir la responsabilidades de  gestor de los servicios y del financiamiento, como le corresponde por Ley y  como había sido convenido inicialmente, dejando a la UASD la  responsabilidad del manejo académico en el desarrollo de la formación de  las especialidades y la investigación científica en las áreas vinculadas al  cáncer.
No obstante, haber realizado personalmente las gestiones para que la UASD  no se colocara en una disyuntiva de confrontación innecesaria y habiéndose  ya establecido con claridad el carácter estatal y público de la obra y los  servicios, y la buena voluntad de las autoridades del Ministerio de Salud,  las autoridades de la UASD comunicaron que no acudirían a la reunión con el  Ministro y que su posición la darían a conocer en rueda de prensa sin  importarle las consecuencias.
Entonces considero que es obligatorio formularse algunas interrogantes:
¿Por qué si el propio Ministro en sus declaraciones y el Propio Poder  Ejecutivo en el contenido del Decreto defienden el carácter público de los  servicios, en la UASD se movilizan, instigados por funcionarios y una parte  del sindicato de empleados, en contra de la supuesta privatización?
¿Por qué no abordar un proceso de diálogo, en base a los derechos
establecidos, en vez de sumarse a los cuestionamientos a la acción estatal  y contribuyendo con ello al propósito de la otra parte, que no ¨entienden¨ aún que ellos también son necesarios, y que su experiencia y vocación es  un capital social importante para atender a los pacientes, que en  definitiva son la causa de su filantropía?

Es penoso, tener a autoridades  universitarias marchando y vociferando en la antesala de un desorden  mayúsculo que contribuye a la destrucción de la imagen bien ganada por la UA SD.
¿Por qué un reclamo institucional de la UASD tiene que estar acompañado y  estimulado por encapuchados en el campus de la Universidad y se movilizan  recursos de la Institución para canalizar protestas callejeras, que  destruyen aun más la imagen de la UASD y refuerzan el criterio de las dudas  razonables acerca de su incompetencia gerencial para dirigir proyectos como  el Hospital Oncológico.
Es evidente, que se comete el error de insistir en el uso de la UASD como  un escenario de lucha de intereses políticos partidarios que le son  absolutamente ajenos al interés institucional de la Universidad.
Se reitera en la llegada tarde a los acontecimientos, cuando hace sólo  pocos meses que fuera designada una Comisión para el seguimiento al hospital. Fruto del abandono de propósitos que ha significado el no  acompañamiento de dicha obra durante su construcción y al hecho de que se  apostaba a que el Gobierno la entregaría a manos privadas, no se entendió  como una co-responsabilidad de la UASD la preparación de este momento y
prácticamente la Universidad no tiene listo un sólo concepto de lo que  sería su acompañamiento académico, de los programas que allí se  desarrollarían, no se ha formulado una sola propuesta de funcionamiento y  definición del rol de la UASD en el hospital, tarea que le corresponde  precisamente a la Universidad y no al Ministerio de salud ni al Oncológico  Heriberto Pieter.

Finalmente, quiero dejar clara mi posición, como promotor inicial de este  proyecto, respecto a que veo como una necesidad el entendimiento de los  tres actores que deben poner en marcha ese hospital, en beneficio de la  población dominicana y principalmente de los que son mas afectados ante la  imposibilidad de manejar desde su pobreza una enfermedad catastrófica que  empobrece a los ricos y condena al la muerte mas dolorosa a los pobres.

Es legítima la aspiración del Heriberto Pieter de participar en la gestión  del nuevo hospital, pero apoyamos al Ministro de salud en el criterio de  que la gestión no debe ser exclusiva del Heriberto Pieter, apoyamos el  reclamo de la UASD de que se defina con claridad y precisión el rol que le  corresponde y que fuera definido desde el inicio, de ser la responsable de  la conducción académica de un Hospital que se proyecta como Universitario,
pero sin pretender administrarlo y financiarlo desde sus cuentas, porque  los servicios de salud y el financiamiento le corresponden a Salud Pública.
¡No convirtamos este sueño en una pesadilla más! Por los humildes de mi  pueblo se lo pido.
Disturbios sólo ocasionaron que se dispersaron los estudiantes.
Fuente externa





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