Publicado tal como nos llegó
Repuesta licitación UASD.
Por Jimmy Rosario
Estimado Dionisio
y demás amigos de este foro:
Luego de reiterarles mi respeto, me he
permitido escribir algunas líneas en relación al proceso de licitación que
actualmente se lleva a cabo en nuestra Universidad, para la adquisición de los
softwares que ayudarán al manejo de los Recursos Humanos y el sistema
financiero de nuestra institución (ERP). Esto así motivado por un reciente
correo que se ha enviado al foro y que podría traer confusión o mal entendido
sino se le da una respuesta.
Estoy de acuerdo con lo que usted dice del
software libre y del sentido de propiedad y demás, pero es importante destacar
que es bien sabido por los “Predicadores del Software Libre” que por los
niveles de complejidad de la UASD, no puede darse el lujo de ponerse a tirar
patadas voladoras con un software que, primero, no está personalizado en cuanto
a nuestro país; segundo, no tiene nada que ver con la forma de gestión
financiera y recursos humanos que tiene nuestra universidad y, tercero, por
algunas situaciones en la cuales se encuentra nuestro obsoleto sistema de finanzas
y de recursos humanos, no tenemos el tiempo de esperar que un grupo de
programadores nuestros se encargue de llevarlo a la realidad en nuestra
academia.
Muy cierto es que en estas aplicaciones se usa
Moodle como plataforma virtual y que nuestro rector en diversas ocasiones se ha
referido sobre la importancia del sentido de propiedad del mismo. Pero cabe
preguntarnos, sobre todo quienes desarrollamos en esta aplicación, ¿desde
cuándo la hemos estado trabajando? Cuál es nuestra experiencia en ella? Son
siete años frente a la misma y a pesar de eso, en ocasiones, los técnicos que
hemos entrenado y traspasado nuestra experiencia, presentan múltiples
dificultades ya que estas son herramientas hechas a la larga con un fin
comercial (detrás de cámara).
Es lo que muchos llaman “El negocio del
Software Libre” porque el negocio está en la consultoría, luego que estés
estancado en esta aplicación.
Pero, ¿por qué las universidades no se
atreven a aventurar con aplicaciones libres, que son el éxito de estas grandes
corporaciones? Quiérase o no han tenido aceptación debido a que le dan cierta
seguridad a los usuarios y soporte inmediato. ¿Quien le dará soporte a la UASD
en el proceso de implementación de una aplicación libre, mientras el personal
se entrena? Podríamos citar muchos casos de instituciones que inician en
este mundo buscando economía, pero al final le resulta más costoso, por los
retrasos en el proceso de implementación y ejecución de aplicaciones libres,
que al final son solo negocios detrás de cámaras para algunas personas que
están solo al asecho de que una institución o empresa queriendo economizar unos
dólares, entre al uso de la misma y luego se vea en la necesidad cuando se
tranque en el proceso, de tener que solicitar técnicos que cobrarán mucho más
que lo que costaría cualquier otra aplicación y sin tener otra salida pues se
verá en la necesidad de pagar lo que sea, ya que está atrapado en
el mismo.
No quiero decir con esto que todas las aplicaciones libre no son recomendables, pues he usado muchas en el mercado y sé que muchos de los colegas que leen este texto también, pero no podemos dar lujo de improvisar con algo tan delicado como es el sistema que lleva las finanzas de nuestra universidad y la administración de la gestión humana.
De igual forma aclarar que este proceso se
licitó de acuerdo a las disposiciones legales e instituciones establecidas y si
alguna empresa de software libre con la experiencia, tanto local como
internacional, hubiese estado interesada en participar, estaba en toda libertad
de hacerlo. La información de licitación duró varios meses en las páginas de
compras dominicanas y la de nuestra institución. Sólo se acercó una empresa
de muy poco tiempo en el país y nos presentó una aplicación llamada Libra, que
es buena pero para un supermercado o empresa ligada a los comestibles y no así
una institución educativa. Dicha no cumplía con los requisitos legales
establecidos.
No está demás decir que este proceso de
licitación, del cual he sido parte como miembro del Comité Técnico que evaluó,
bajo una rigorosa tabla de criterios como las ventajas y desventajas de cada
uno de los concursantes en el proceso, fue llevado a cabo cumpliendo los
requerimientos establecidos por las leyes que rigen estos procesos y sobre todo
tomando como parámetro principal la experiencia de quienes proponían se les
diera participación en el mismo.
Por ello me permito responder como conocedor,
docente en el área y parte del equipo que está trabajando en este importante
paso de avance para nuestra Primada de América. No quiero ofender a nadie ni
mucho menos polemizar pero estoy también llamado a dar la cara ante cualquiera
sobre la pulcritud con lo cual se ha estado manejando la licitación, procurando
siempre que esta garantice el buen manejo de las finanzas y los recursos
humanos.
Señores, se ha criticado las cifras que podría
costar una aplicación de este tipo para nuestra universidad, pero solo hay que
ver la cantidad de procesos y funciones que esta contempla.
Respecto a las empresas que han pasado a ser
finalistas, para los que llevan anotaciones, sus trayectorias están ahí y sobre
todo el nivel de experiencia de cada una de ellas. Las empresas GBM y LogicOne,
ambas con más de 150 instalaciones de su producto nacional e
internacionalmente y con experiencia en el sector académico, universitario y
gubernamental.
Es por ello que insisto: la universidad no
se puede dar el lujo de improvisar usando una aplicación sin el debido soporte
de empresas que den garantías, sin la optimización y adaptación a la realidad
del país y de nuestra academia y sobre todo con la seguridad que
dan empresas como Microsoft, y SAP, al momento de su implementación y
ejecución.
Si usáramos un software libre y en medio de un
proceso de pago, (proceso financiero) o trámite de relevante
importancia, se presenta un problema, ¿A quién le reclama la UASD?
Saludos,
Jimmy Rosario Bernard
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