Es mejor casarse con un motoconchista que con un profesor de Escuela Pública. En cuanto a salario se refiere.

“Trabajando para estar cansado” es lo que sucede a la mayoría de los empleados públicos y privados en la República Dominicana, porque no pueden satisfacer sus necesidades básicas con la cantidad de dinero que les pagan sus empleadores.

. La realidad es que en este país más del 90% por ciento de los servidores públicos y privados con la cantidad de dinero que les pagan como salario por la venta de sus tiempos y conocimientos al Gobierno Dominicano no les alcanzan ni siquiera para cubrir los gastos de la alimentación diaria y mucho menos pagar la renta de una vivienda digna.

. Ejemplo, recientemente leí en la prensa que el Estado Dominicano le paga a los profesores de las escuelas públicas por tanda un salario base de RD$7,500.00 pesos mensuales, pero resulta que esa suma de dinero no cubre el pago de la renta mensual de un partamento estudio (una habitación, una sala con una meseta con un fregadero y un baño) en un sector “decente” (lugar donde se puede pernotar y dormir tranquilo).

. Con esa suma de dinero un profesor de escuela pública no puede pensar en involucrarse en establecer una familia con una esposa e hijos que mantener.

. Explico un maestro de escuela pública que gana ese salario no es un hombre atractivo para que una mujer lo acepte como esposo.

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En cuanto a ingresos económicos, ahora es mejor casarse con un motoconchista que con un profesor de escuela pública.

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Ejemplo es que esta redactora entrevistó a varios motoconchistas de la parada del Cruce de Manoguayabo con la Avenida 27 de Febrero en el municipio Santo Domingo Oeste, sobre la cantidad de dinero que ganan diario y respuesta fue cuando trabajan más de ocho horas diario ganan un promedio de RD$1000.00 y RD1,500.00 pesos diario. Equivalente a unos RD$30,000.000 y hasta RD$45,000.00 pesos mensuales.

. Esta historia se repite con los salarios de los distintos profesionales y obreros que venden sus conocimientos al Estado Dominicano y al sector privado.

. Lamentablemente, en este país los profesionales que no quieren pasar hambre junto a sus hijos tienen que además de ser empleados públicos o privados, también que dedicar una parte de su tiempo para dedicarse a la economía informal, para que obtengan más ingresos económicos y así continuar pasando hambre.