Es duro tener los hijos lejos, viviendo en otros países, cuando uno quería tener hijos para tener compañía. Escasamente verlos físicamente una vez al año. Se pone uno triste con las videos llamadas.
A veces es mejor ni ponerse a ver sus fotografías. De inmediato brotan las lágrimas. Tus hijos son tu familia., dicen muchos.
Viviendo tan lejos pasan a ser actores de las telenovelas, de los que ocasiones nos enamoramos y creemos que sus personajes son reales. La realidad es que son la creación literaria del escritor del Guión, en el mezcla realidad y ficción.
¿Qué puede hacer un hijos por su madre y padre, cuando para tener contactos físicos tiene que buscar cientos de dólares para comprar vuelos de aviones?
Tener un hijo en otro país. Es un ensayo para el vuelo eterno.
Ojalá sea verdad que el alma existe para poder encontrar se las almas de los familiares mundo celestial.
Ustedes dirán que tengo un cable flojo en mi cerebro, para entender está realidad hay que vivirla.
Recuerdo a mi abuela viviendo en San Juan, llorando por mi mamá, que vivía en la capital.
Eso no es fácil pasar años para poder tocar a tu hijo, salido de tus entrañas. Los cuidados como un preciado pedazo de diamante, cada mañana lo preparaba para llevarlo a la escuela., preparando sus alimentos, sacarlo a pasear al cine, parque y otros lugares.
Derepente ese edazo de carne se fue, sin saber si alguna vez lo podría topar de nuevo en este mundo tan convulsionado.
De verdad se sufre teniendo a los hijos lejos.
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